Desde Gaza hasta el Sudán, pasando por Ucrania y otros lugares, observamos:
Civiles en la línea de fuego;
Casas destrozadas;
Personas traumatizadas y aterrorizadas que han perdido todo y, en algunos casos, a todos.
Tenemos que poner fin a este catálogo de miseria humana.
El mundo necesita la paz.
La paz es el premio final para toda la humanidad.
Y como nos recuerda este Día Internacional de la Paz, la solución está en nuestras manos.
Cultivar una cultura de paz significa sustituir la división, la exclusión y la desesperación, por justicia, igualdad y esperanza para todos.
Significa centrarse en la prevención de conflictos;
Impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible;
Promover los derechos humanos.
Y combatir todas las formas de discriminación y odio.
La Cumbre del Futuro de este mes es una oportunidad vital para avanzar hacia estos empeños.
Aprovechémosla.
Juntos, sentemos las bases de la paz.
Y alimentemos una cultura próspera en igualdad, paz y justicia.
Muchas gracias.