El futuro del mundo es femenino
Niñas, mujeres jóvenes y en la medianidad de la vida, estudiantes, empresarias, defensoras de derechos coinciden con que el futuro del mundo es femenino.
Niñas, mujeres jóvenes y en la medianidad de la vida, estudiantes, empresarias, defensoras de derechos humanos que se desempeñan en los sectores de justicia, digital, humanitario, comunitario y género coinciden con que el futuro del mundo es femenino.
En ocasión del 75 aniversario de las Naciones Unidas, el equipo de país de la ONU en Venezuela organizó diálogos con mujeres de diversos sectores de todas las regiones del país, quienes participaron en la conversación más grande del mundo y definieron los principales retos que la humanidad necesita enfrentar para construir un mejor futuro.
Con el lema “Más allá de 2020, forjando un mejor futuro juntos” mujeres de diversos sectores se apropiaron de espacios para discutir y reflexionar en torno al mundo que desean en 25 años, si estamos en buen camino y cómo lograrlo.
Tres prioridades para alcanzar un mejor futuro
Tres grupos de mujeres convocados por la Oficina del Coordinador Residente y el PNUD junto a la organización Convite, la fundación Género sin Clase y Feminismo, Inc. coincidieron en tres puntos clave para alcanzar un mejor futuro:
Generar cambios en las estructuras y comportamientos que legitiman y generan desigualdad en las esferas pública y privada, reconociendo a las mujeres como agentes de cambio, lo cual elimine a la vez las barreras para su plena participación económica y política.
Reconocer la violencia contra las niñas y las mujeres como un problema de desarrollo, educación, justicia y derechos humanos, y diseñar programas integrales para abordarla.
Garantizar el acceso a servicios básicos como salud, agua, saneamiento y electricidad para todos, y en particular para las mujeres, mujeres rurales y adultos mayores.
“Asegurar que más mujeres se incorporen a la toma de decisiones públicas para garantizar su participación, su visión y para realizar todo el potencial de la lucha contra la pobreza.”
El diálogo con Feminismo Inc. en torno a la desigualdad resaltó que la COVID-19 representa una oportunidad de hacer los cambios estructurales y culturales que el mundo necesita para cerrar las brechas, priorizando la educación, adoptando un modo de vida en armonía con el planeta e incorporando a las mujeres en la toma de decisiones. “Las niñas y las mujeres han sufrido de manera desproporcionada durante la pandemia, lo cual se suma a las vulnerabilidades preexistentes que socavan aún más la realización de sus derechos. Por ello, es necesario priorizar la financiación de las actividades de recuperación que sitúan a las niñas y las mujeres en el centro de la respuesta de la COVID-19”.
Video del Diálogo UN75 PNUD - Feminismo Inc.
Además, resaltaron la importancia de generar autonomía financiera, acceso a la tierra y propiedad, financiación, tecnología y aumentar la participación política de las mujeres.
“Es imperativo replantearse el papel de las mujeres en la medianidad de la vida y estimular su participación en la vida política y promover mejores políticas de seguridad social que protejan y mejoren su calidad de vida”.
Mujeres en la medianidad de la vida quienes participaron en la conversación junto a Convite resaltaron la necesidad de mejorar la percepción de las personas mayores en nuestras sociedades: “los gobiernos de todo el mundo deben promover políticas públicas que protejan a la población adulta mayor. Nuestras esperanzas son grandes para las próximas generaciones, pero debemos educar a los jóvenes para crear lazos intergeneracionales más fuertes y alimentar nuestras ideas y esperanza para que de frutos.”
Abordaron la manera en que los cambios demográficos y el envejecimiento de la población ha modificado a las sociedades, y reiteraron la importancia de visibilizar sus derechos, así como hacerles parte de la toma de decisiones en la agenda pública.
Video del Diálogo UN75, Oficina del Coordinador Residente de la ONU en Venezuela junto a Convite.
“La comunidad internacional debe convertirse en una comunidad de multilateralismo y reconocer que todos los pueblos del mundo son una familia con igualdad de derechos. La humanidad necesita cuestionar el modelo de desarrollo y dónde nos ha llevado hasta la fecha para volver a la senda del desarrollo sostenible que nos permita alcanzar la Agenda 2030 impactada por la pandemia.”
Por su parte, en un diálogo intergeneracional que contó con la participación de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes y adultas junto a la Fundación Género con Clase, éstas reivindicaron los derechos de las mujeres y el respeto a su autonomía, tanto sobre sus cuerpos como sus territorios, con miras a lograr un mundo libre de violencia contra las niñas y mujeres. Además, resaltaron la libre determinación de los pueblos, libres de imposiciones económicas y políticas y de sanciones unilaterales y bloqueos, lo cual socava la realización plena de los derechos humanos y el desarrollo sostenible.
Priorizaron también la necesidad de contar con Estados fuertes que garanticen la salud, incluyendo la sexual y reproductiva, y la protección a las niñas y mujeres.
El futuro del mundo es femenino
Las mujeres son optimistas sobre el futuro. Los avances son el fruto de un legado de las mujeres que han luchado por el reconocimiento y ejercicio de sus derechos. Ha habido progreso, pero queda mucho por hacer. Concluyeron que “necesitamos mantener una perspectiva crítica que fortalezca y promueva nuestros logros en la lucha continua por la igualdad de género y la igualdad en el mundo.”
En sus propuestas para alcanzar un futuro mejor, las mujeres están convencidas que el futuro del mundo es femenino. La vía es erradicar la discriminación estructural y funcional de las mujeres en todas las esferas de la vida humana, y en particular en la cultural, económica y política para alcanzar la equidad de género y la igualdad de derechos, y con ello un mejor futuro para todos.