Durante miles de años hemos estado en movimiento. Nos hemos trasladado en búsqueda de un sueño, un amor o una vida mejor. Para ir a la escuela y al trabajo o para sentirnos seguros. En consecuencia, hemos tendido puentes entre los pueblos y las culturas, y nuestras vidas se han enriquecido mutuamente en los hogares, antiguos y nuevos, que hemos habitado.
Sin embargo, con frecuencia oímos y leemos palabras hirientes que dan a entender que las personas migrantes no pertenecen al lugar donde viven o que no tienen sitio ni derechos entre nosotros. Estas palabras deshumanizan y convierten a personas que son como tal como tu y como yo en “el otro”.
Estas palabras pueden doler.
Los discursos nocivos acarrean grandes consecuencias para las personas migrantes, las comunidades que los acogen y quienes defienden sus derechos.
Nos perjudican a todos. La COVID-19 nos ha demostrado que excluir y discriminar a grupos de personas nos hace a todos más débiles.
Para construir sociedades más resilientes que puedan soportar todo tipo de impactos, debemos actuar con una mayor solidaridad.
En lugar de utilizar el lenguaje del miedo y la exclusión, es hora de acoger a las personas en nuestras comunidades y volver a imaginar nuestro futuro colectivo.
Súmate a nosotros para reformular estos discursos.
Necesitamos historias que muestren que nuestros valores comunes son más fuertes que lo que nos divide.
Historias que nos inspiren y nos conecten los unos con los otros, en lugar de separarnos aún más.
Historias que describan una imagen esperanzadora de nuestro futuro común.
Historias contadas por las propias personas migrantes.
Sé que con frecuencia resulta difícil ser optimista, en particular a raíz de las dificultades y la confusión provocadas por la COVID-19.
Pero yo soy optimista, porque sé que las crisis también pueden traer consigo una transformación.
Estoy convencida de que podemos hacer un cambio para mejorar mientras avanzamos hacia el futuro que queremos.
Si trabajamos juntos. Si nuestra labor incluye a todos y todas. Si se basa en nuestros derechos humanos.
¡Únete a nosotros en la defensa de las personas migrantes y de sus derechos!