En este Día Mundial del Hábitat, las ciudades y poblaciones de todo el mundo afrontan —y combaten— la doble crisis de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) y el cambio climático. En la actualidad, albergan a 4.500 millones de personas y está previsto que crezcan casi un 50 % hasta 2050.
A mediados de siglo, más de 1.600 millones de residentes urbanos podrían tener que sobrevivir con un promedio de temperaturas máximas de 35 ºC en verano.
El tema de este año, “Acelerar la acción urbana para un mundo libre de carbono”, pone de relieve que las ciudades y los pueblos son fundamentales para la acción climática destinada a mantener a nuestro alcance el objetivo de 1,5 ºC.
Tres cuartas partes de las infraestructuras que existirán en 2050 aún no se han construido. Los planes de recuperación económica ofrecen una oportunidad generacional para situar la acción climática, las energías renovables y el desarrollo sostenible en el centro de las estrategias y políticas de las ciudades.
El liderazgo de las ciudades en el uso de materiales ecológicos y en la construcción de edificios energéticamente eficientes y resilientes que utilicen energías renovables es esencial para alcanzar el objetivo de emisiones netas de valor cero en 2050. Los beneficios son enormes: menor contaminación y un menor riesgo climático; más puestos de trabajo y mejora de la salud y el bienestar.
A medida que la población crece en las economías emergentes, se multiplica la demanda de transporte, que representa casi el 20 % de las emisiones mundiales de carbono. Las ciudades están trabajando para garantizar que esta demanda se satisfaga mediante vehículos de emisión cero y el transporte público. Necesitamos una moratoria mundial de los motores de combustión interna para 2040, a más tardar, con el fin de respaldar estos esfuerzos.
En el Día Mundial del Hábitat, trabajemos juntos para aprovechar el potencial transformador de la acción urbana sostenible en beneficio de nuestro planeta y de todas las personas.