Fomenta el intercambio de conocimientos e ideas y contribuye al crecimiento económico. Permite a millones de personas buscar oportunidades y mejorar su vida.
Al mismo tiempo, una migración mal gobernada es causa de grandes sufrimientos. Obliga a las personas a entrar en el cruel reino de los traficantes, donde quedan expuestos a la explotación, los abusos e incluso la muerte. Socava la confianza en la gobernanza y las instituciones, exacerba las tensiones sociales y corroe nuestra humanidad común.
En el Día Internacional del Migrante, destacamos la necesidad urgente de una gobernanza de la migración segura, basada en la solidaridad, la colaboración y el respeto de los derechos humanos.
Hace cinco años, la comunidad internacional aprobó el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular. El Pacto se ha convertido en un importante punto de referencia y un recurso para que los Estados Miembros evalúen las acciones, mejoren la cooperación y amplíen las vías para la migración basadas en los derechos.
Sin embargo, estas medidas siguen siendo la excepción, no la norma. Debemos trabajar, hoy y siempre, por una gestión más humana y ordenada de la migración en beneficio de todos, incluidas las comunidades de origen, tránsito y destino.
Garanticemos juntos un futuro más seguro y próspero para todos.