En este Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, aplaudo la valerosa labor de las personas LGBTIQ+ defensoras de los derechos humanos que luchan para proscribir la discriminación y garantizar la igualdad ante la ley.
Sin embargo, se observa un impulso preocupante en la dirección contraria. Nuevas leyes están codificando viejos fanatismos, explotando los temores y avivando el odio.
Este año, el tema del Día —“No dejar a nadie atrás: igualdad, libertad y justicia para todas las personas”— nos recuerda nuestras obligaciones de respetar los derechos humanos y la dignidad de toda persona. Necesitamos actuaciones en todo el mundo que hagan realidad esos derechos.
La criminalización de las relaciones entre personas del mismo sexo debe terminar, como también deben hacerlo todas las formas de violencia, discriminación y prácticas nocivas contra las comunidades LGBTIQ+.
En este día y en todos los demás, comprometámonos a construir un mundo de respeto, dignidad y derechos humanos para todas las personas en todo el mundo.