Al mismo tiempo, el día de hoy es también una ocasión de reconocer los enormes retos a los que se enfrentan los niños en nuestro mundo profundamente dividido, tumultuoso y con frecuencia violento.
Resulta chocante que, en pleno siglo XXI, todavía haya niños que pasen hambre, no reciban educación o carezcan de la atención de salud más básica.
La conciencia de la humanidad queda manchada cuando las vidas de los niños se ven atrapadas bajo el yugo de la pobreza, o trastornadas por desastres o conflictos violentos que matan y mutilan a niños.
Hace cien años, la Sociedad de las Naciones aprobó la Declaración de los Derechos del Niño, fundamento de la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, el tratado de derechos humanos más ratificado de la historia.
El tema de este año nos recuerda que debemos escuchar a los niños en su lucha por sus derechos y por el futuro de la humanidad.
El Pacto para el Futuro que aprobó recientemente la Asamblea General comprende un Pacto Digital Global y una Declaración sobre las Generaciones Futuras. Los tres textos contenían firmes compromisos de proteger y apoyar a los niños, invertir en sus derechos y ampliar las oportunidades de que participen activamente en las decisiones que les afectan.
Todos los niños tienen derecho a vivir en paz, con salud y con seguridad.
Hoy y todos los días, protejamos y apoyemos a los niños, que contribuyen significativamente a hacer de nuestro mundo un lugar mejor, más luminoso y más pacífico para todas las personas.